El 2 de febrero los candeledanos celebran «las candelas» con sus tradicionales iluminarias y el 3 de febrero, San Blas, con la tradicional degustación del chorizo de la matanza a las puertas de la ermita.
Es tradición celebrar la misa, durante la cual las mayordomas y los mayordomos portan la imagen de la Virgen, haciendo una sencilla procesión por el pasillo central de la Iglesia. Portan también dos pichones, que son ofrecidos al sacerdote. Por la tarde se da traslado del Santo desde la Ermita de La Cañada a la Iglesia Parroquial.
A la Ermita de San Blas se la conoce también con el nombre de Cristo de la Cañada, y en ella se venera a San Blas, patrono de Candeleda y abogado contra las afecciones de garganta. Posiblemente una de las ermitas más antiguas de todas las construcciones cristianas de Candeleda. San Blas fue un médico, obispo de Sebaste en Armenia. Según la tradición, era conocido por su don de curación milagrosa. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Este sería el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta el 3 de febrero.
Además, a las 17 horas del sábado se celebrará la procesión del Santo, desde la Parroquia a la Ermita de La Cañada, acompañada por el Grupo de Dulzaina «Resiste» de Hoyocasero. Además, habrá una subasta de banzos, venta de rosquillas y entrega de las Cuerdas de San Blas.
La Asociación Cultural Condes De Leda organiza la tradicional fiesta en honor a San Blas.